jueves, marzo 22, 2007

Transformando la mente

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. [Rom 12:2, RV60 ]

Dios en su inmensa misericordia, nos permite y nos instruye a cambiar nuestra manera de pensar. Este mundo no solamente tiene, sino que es en sí, un sistema de valores que contradice al sistema de valores de Dios, nosotros los cristianos, tenemos la mente de Cristo y no podemos desarrollar todo su potencial mientras sigamos apegados al esquema de prioridades y conceptos del mundo.

El nivel de los pensamientos humanos están muy por debajo del nivel divino de pensamiento, y con mucha frecuencia nos quedamos cortos en comprender los propósitos de Dios porque queremos enmarcarlo dentro de nuestros parámetros de razonamiento que, lamentablemente, han sido condicionados por un sistema imperfecto que proviene de siglos de deterioro y corrupción en lo físico, en lo psicológico y en lo espiritual.

Sólo en el Espíritu se pueden discernir asuntos espirituales, por lo que avanzar a la estatura de la plenitud de Cristo, sólo puede lograrse mediante la decisión constante de permitir al Espíritu Santo de Dios guiarnos a toda verdad, aún en contra de nuestra lógica natural y ésto a su vez requiere de una relación continua con Dios. Sólo el Espíritu de Dios puede darnos convicción y comprensión de la Verdad con base en la Verdad.

Para hoy: Presentaré, voluntariamente, todo pensamiento a Cristo, para sujetarlo a la voluntad de Dios obedeciéndole aún en contra de mi opinión.